domingo, 3 de febrero de 2008

12.-El Titán

Saúl era un chico de 15 años, bajito, delgado y sin éxito en el amor. Sus pasiones eran el heavy metal, baloncesto y fútbol y la literatura. Muchas veces pensó que sin alguna cosa de las citadas se tiraría desde el edificio mas alto. Sus padres eran odiosos, vivían en un mundo de muerte y destrucción por lo que permitían pocas cosas a su hijo. Sus amigos, a los que necesitaba para no caer en el mundo de la droga se aprovechaban de su buena voluntad. El colmo de todo era que no ligaba nada, al contrario de sus amigos. Otra de sus pasiones era el diablo, al que adoraba. Era una vida complicada, nadie le comprendía. Sus padres se enteraron de las diabólicas oraciones de su hijo y decidieron que viera “El exorcismo de Emily Rose” y que intentara salir del error en que ellos creían que vivía adorando al mal. Cuando vio esa película Saúl tenia unas dudas terribles, unas dudas que se llevó a la cama, donde cayó profundamente dormido. Sin embargo aquella noche no tuvo sueños normales sino que Dios y Satán se le representaron en un macabro sueño en el que le obligaron a elegir un camino; el camino del bien hacia la salvación o el camino de la muerte y destrucción que tanto le fascinaba hacia la inmortalidad. No lo sabia pero lo sospechaba, era el Anticristo y el Mesías, tenia la posibilidad de salvar al mundo del mal o de someterlo a sus pies. Si no hubiera visto la citada película hubiera elegido el camino de Satán sin dudar mas no era capaz de elegir por lo que solicitó a los titanes un tiempo de reflexión hasta las 15:00, hora santa. Al despertar bueno, no se despertó sino que los que le vieron aquella mañana dijeron que se comportaba como un zombi, sin vida, solo pensaba en la difícil decisión. No lo tenía nada claro y en toda la mañana dejo de pensar en ello. Harto de tanto cavilar, propinó un tremendo golpe con toda su rabia al azulejo de la pared, acto que presencio su amor platónico Carol. Ésta le preguntó si había algo que acechara su mente. Saúl, ante la oportunidad de intimar con ella, eligió el camino del mal a través de la mentira
-Tranquila, es que me han hecho una gran putada pero no hay nada que puedas hacer
-¿Qué es lo que te han hecho?
-La guarra de mi novia me ha puesto los cuernos con un amigo sin decirme nada
-Vaya, eso jode, te lo digo por experiencia propia, no puedo hacer nada pero si necesitas algo, aquí tienes una amiga, soy Carol, toma mi numero, llámame si quieres
-Muchas gracias tía, lo haré
Y tras ese acto salió reforzado hacia su maligna decisión, siendo el resto de la jornada tranquila.
Las 15:00 llegaron tan rápidamente como los dos titanes. El tiempo se paró, el universo dejó de existir, todo para su coronación. Cuando le preguntó Satán el resultado de su meditación le dio a elegir tres deseos y le otorgó la juventud eterna.
A los deseos respondió con dinero ilimitado, aprobar todos los exámenes que hiciera con un 8,5 y vestir como él quisiera. De esta manera se aseguró un futuro que iba a ser largo. Después Satán le dio su poder, ante su absorta mirada le convirtió en un hombre de 1,95 m., musculoso y con pelo largo. Aún así, después de estos regalos Dios le dijo que podía volver atrás pero le ignoró, sin saber las consecuencias que esto le produciría.
Las palabras de la bestia retumbaron en la sala:
-Esta bien, tienes el poder de un dios, el poder de someter a cualquier criatura a tus pies mas debes saber que para ganarte este regalo debes ser mío y cumplir con mi voluntad siempre; si te ordeno matar a tu padre le matas, si te ordeno que me mates me matas, si no estas de acuerdo todo lo que has obtenido lo perderás ¿firmarás?
Tomó aire pero al final Saúl dijo la palabra que cedió su alma al diablo.
Entonces Satán como muestra última de poder le concedió la antigua espada y las poderosas alas de Ares, dios de la guerra.
-tu alma ha sido entregada, obedéceme y vivirás, desobedéceme y mi ira será implacable.
Después de estas ultimas palabras Satán se fue, volviendo todo a la normalidad, dejando a Saúl con la obligación de dar explicaciones a su madre, que le miraba de pies a cabeza, atónita. Pero dejemos de lado las explicaciones del joven.
Sus 1,95 m. y su pelo largo y oscuro junto con su musculatura le hacían parecer un dios. Aquel día estaba bastante asqueado del mundo, en parte influenciado por la venta de su alma o por la reflexión sobre sus amigos, estiletes que le acuchillaban cada vez más. Por eso comenzó una nueva vida en la que sus únicos apoyos iban a ser la música, sus padres y su nueva amiga Carol, con la que había establecido una sólida amistad.
Su reloj marcaba viernes, día en el que salía a jugar a la play2 y a baloncesto con sus amigos, una costumbre que se acabó porque quería olvidarse y centrarse en su nueva vida, pero sobre todo; tenia su primer encargo en la mesa: Matar a Rober, uno de sus mejores amigos y que le había enseñado la magia del básquet pero que debía morir.
Aquel día tenia que matar a uno de sus mejores amigos. Satán era listo y decidió probar si Saúl era bueno en el oficio y demostró ser el mejor. No solo le mató sino que le mató fríamente y sin escrúpulos. Así que a las 20:46 llego a la casa de Rober y, antes de entrar rezó por su alma. Echó la puerta abajo y mató a sus padres en la planta baja. Asustado, Rober bajó sin saber que la muerte le esperaba. No le dio tiempo a pronunciar un palabra cuando una gruesa espada le atravesó el pecho. El encargo estaba completo y Satán satisfecho.
Dos días después del asesinato Satán volvió a contactar con él:
-Lo has hecho bien, has sido capaz de matar a uno de tus amigos sin sentir nada, por eso te voy a dar el encargo definitivo, con el que ascenderás a los cielos, con un poder inimaginable. Tu misión es infiltrarte en la Catedral de la Almudena y destruir la estatua del ángel caído que tan mala fama la han dado.
-Si usted lo desea así lo haré, destruiré la estatua y mataré a todos los que se interpongan en mi camino.
Esa misma noche Saúl entró por la sacristía de la nave este, tal como le dijo el diablo. Aunque desconectó la alarma, 6 guardias le estaban esperando para dispararle. Saúl los mató rápidamente pero una bala le alcanzo en el brazo, que no dejaba de sangrar. Saúl comprendió entonces que Satán le había abandonado. Era mortal y el único poder que le quedaba era una espada que poco podía hacer frente a cientos de soldados enviados por el diablo Al final, y tras varias balas cayó inerte al suelo.
Saúl fue recibido en el purgatorio, donde sería juzgado. La furia de Dios iba a ser increíble.
-Insensato, elegiste el camino del mal sólo por los regalos y te abandonó, ahora debes aprender. Yo, Dios, te condeno al castigo eterno, que toda tu fuerza y poder se vayan, mas te doy la inmortalidad para tu pesar. Así como lo dijo la voluntad de Dios se hizo real y Saúl apareció en el infierno, atado en pies y manos ante un sátiro dispuesto a martirizarle. Saúl sentía un dolor inmundo pero no podía morir. Tras mucho sufrimiento vio con sus propios ojos como el sátiro se desmembraba y sus cadenas se rompían. Su poder y la espada de Ares volvían a él mientras que se abría un camino hacia arriba. Su salvador se reveló ante él en forma humana.
-No temas, Saúl, soy Caín, hijo de Dios, poseído por Satán maté a mi hermano
-Pero,¿Por qué me has salvado?
-Porque estás destinado a matar al diablo y no a sufrir bajo la mano de Dios. Además el reinado de Satán ha durado demasiado y debe acabar. Sube y te enfrentarás a tu batalla final. Saúl subió y vio a Satán sentado en su maléfico trono.
-Tu hora ha llegado diablo, vas a morir bajo la espada del monstruo que tu mismo creaste.
-Vaya, vaya tenemos a un poderoso humano que se cree mejor que la propia muerte, a ver como lo haces pequeñín.
Y Satán empuñó su hacha de guerra, con la cual aceptaba el desafío propuesto por Saúl.
Las armas chocaban y la sangre se derramaba mas ninguno pedía cuartel, era una lucha que sólo acabaría cuando uno de los dos muriese. La experiencia adquirida por Saúl rivalizaba con la astucia de la bestia, lo que hacía que el enfrentamiento fuese tan igualado.
Tras unos grandes mandobles y un buen combo la bestia cayó, como caen la hojas secas en Otoño.
-Has muerto por fin y debes saber que ya no te pertenezco maldito mentiroso.
Había matado al diablo y por ello debía acceder al puesto de dios del mal sin embargo Dios le propuso acabar con tanto mal pero Saúl decidió que había hecho el suficiente mal para no poder volver atrás así que se convertiría en el diablo y decidió liderar las hordas del mal pero llevando la misma vida que antes de haberse convertido al mal, afianzó su relación con Carol y se dedicó por completo al básquet.
Esta es la historia de uno de los más grandes, pasó de ser un don nadie a convertirse en la misma muerte, un verdadero titán cuya historia será recordada por los siglos de los siglos.
Hasta aquí puedo escribir, hermano mío, te he vengado, debes estar orgulloso.

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