viernes, 1 de febrero de 2008

8.- "November Rain"



El día había amanecido gris plomizo. Salí rápidamente a la calle. Llovía y yo había olvidado mi paraguas.
¿Qué me estaba pasando?¿Cómo había llegado a aquella situación? Me recordé a mi mismo aquella vez que salí de casa sin las llaves. Pero esto era mucho menos trágico, ya que si la lluvia enfurecía mucho siempre
podía volver a por el paraguas.
En ese mismo instante, el cielo, equivocado de que mi anterior pensamiento había sido un deseo, comenzó a
descargar agua de una manera que jamás había visto. Tal era la lluvia, que tuve que meterme corriendo en el mismo portal del que había salido.
Miré durante unos minutos a través del cristal ;"La lluvia es preciosa" me dije. Y acto seguido saqué mi mp3 para escuchar "November Rain",ante tal panorama...
Pero era imposible escuchar nada aparte del ruido de la lluvia. Caía contra el suelo y los coches con tal fuerza que, de seguir así, estaba seguro que al día siguiente podría ver abolladuras en la carrocería de los coches y algún cristal roto.
Aquello no paraba, y a cada segundo parecía llover más y más. No exagero si digo que ya no se veía nada a través del portal, solo la lluvia.

Mi edificio tenía muchos años, era bastante viejo y cada vez que llovía un poco ocurría algún incidente que tenía que ver con las tejas,
así que no me podía imaginar los destrozos que ocasionaría este diluvio. Y no miento si digo que deseé que aquello parara, que tuve miedo de que se viniera todo el piso abajo.
Al rato, la lluvia pareció descansar un poco, momento que aproveché para subir corriendo a por el paraguas y salir de allí antes de que volviera a diluviar.
Al llegar a la puerta no encontraba las llaves, ¡Había vuelto a dejármelas dentro!
Por suerte, aprendí la lección la última vez, y le deje meses atrás a un vecino de confianza una copia de las mismas. Se las pedí y entre a coger las mías.
Hubiese vuelto a olvidar el paraguas si no hubiera sido por el ruido de la lluvia (ya bastante debilitada) golpeando debilmente la ventana.
Eso era lo peor de los días con lluvia, me gustaban pero odiaba tener que ir cargado con el paraguas, y tampoco me gustaba mojarme. Con el solecito no hay tantos problemas.
Volví a llamar a mi vecino para devolverle su copia de las llaves (no fuese a perderlas o a olvidarlas por ahí),y baje por las escaleras.
Mi sorpresa al llegar abajo fue ver el sol. Aquello estaba empezando a cabrearme. Tiré el paraguas en la primera papelera que ví y empecé a correr, llegaba tarde al sitio donde quisiese que hubiese quedado aquel día.

De eso hace ya medio año.
Lo anterior ha sido el resumen del día donde empezó todo. El día donde mi vida empezó a convertirse en un infierno.
No se lo he dicho a nadie, por que sé que recibiría como respuesta unas carcajadas y insultos tachandome de loco.
Podía controlar el clima.
Aquel día solo sucedió con la lluvia y el sol; pero pronto descubrí que también podía causar la mas terrorífica de las nevadas,la mas electrica de las tormentas...y aún mas allá, con tornados, tsunamis y todo tipo de catástrofes meteorológicas.
Algo que en un principio puede parecer interesante o hasta útil estaba volviéndose peligroso y catastrófico.

Mi destino sería otro si no fuese por las noticias que veía en los periódicos después de haber tenido pesadillas el día antes. Las noticias que tenían que ver con catástrofes naturales arrasando países enteros, precedidas de las más terroríficas cifras de muertos.
Estaba empezando a sentirme como los superheroes que no pueden controlar sus poderes; solamente que esto no era un comic sino mi vida, y yo no era precisamente un heroe, sino un villano.
Había que acabar con todo esto. Ahora mismo estoy sujetando en mis manos el paraguas que tiré a la basura aquel día (lo recogí al volver a casa) y acariciando su punta metálica.
Me despido. Subo a la azotea. Me gustan los rayos.

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