sábado, 2 de febrero de 2008

2.-Introspección

- Menuda putada. Pero los hechos no mienten: son claros y concisos. Y por si fuera poco, las pruebas los corroboran con un descaro cuasi insultante. Los numerosos intentos realizados buscando reconducir la situación por unos cauces de seudo-normalidad han fracasado estrepitosamente, dando al traste con las pocas posibilidades que tenía de disfrazar la realidad para no tener que enfrentarme a ella. A las personas nos cuesta tanto encarar la verdad…

- Mierda, aquí viene otra vez… Dios, cada uno es peor que el anterior. Este ha sido peor que el de hace una hora, y sin duda mucho mejor que el que vendrá dentro de quién sabe cuánto tiempo. Lo único cierto es que cada vez son más seguidos. Espero tener la suficiente resistencia como para llegar hasta el final. Bueno, hay que ser positivo; el dolor me mantiene despierto y pensando. El truco está en tratar de no hacerle mucho caso, mientras no se cierre ese círculo vicioso la cosa irá bien. Espero.

- La verdad es que me lo he buscado yo solito, por andar jugando con fuego. Desoí las advertencias de todos aquellos que estuvieron al borde del abismo y por esas cuestiones de la compensación universal, el karma o vete tú a saber qué chorrada mística, se salvaron de llegar a esta situación. Sí, desde luego que me lo dijeron. Más de una vez. Y en cada vuelta sobre el tema, los rostros palidecían con mayor rapidez y los balbuceos se hacían más evidentes. Intentando dar una falsa imagen de seguridad que no hizo sino acrecentar las ganas de arriesgarme y experimentarlo por mí mismo. Mierda; necesitaba sentir aquella sensación de haber caminado por encima de la línea y haber salido indemne, de haberme meado en la puta línea. Pero la suerte no estuvo de mi lado. Otra vez. Maldito karma.

- En todo caso, lamentarme no va a servir de nada. Y en este momento, menos que nunca. Cuantas más vueltas le dé a la razón que me llevó a meterme en este berenjenal, menos tiempo voy a tener para intentar revertir la situación en mi favor. Si es que es posible todavía. No, no; ya estoy otra vez divagando. Concéntrate; tiene que haber una manera de conseguirlo. Tiene que haber una puta manera de conseguirlo. ¡Joder, tiene que haberla! Calma, tío, tranquilízate; a este paso te vas a volver loco. Dios, ya estoy empezando a hablar conmigo mismo. Si no salgo de esto enseguida, no creo que lo cuente. Bien pensado, nadie de los que se salió por el borde equivocado de la línea lo ha contado. Yo podría ser el primero. Sí, podría serlo, por qué no. Sólo por eso ya merece la pena intentarlo.

- Bueno, tengo que intentar ordenar las ideas y poner en funcionamiento lo poco de analítico que le quede a mi mente, es mi única esperanza de triunfo sobre la situación. Dispongo de una oportunidad para hacer las cosas bien… Realmente sólo dispongo de una oportunidad, así que hacer las cosas mal no tiene cabida en el plan de acción. Veamos, ¿qué debería revisar primero? Piensa, piensa... Sí, eso es, lo primero es revisar las herramientas a mi alcance. Podría disponer de… No, otra vez no... Ese maldito dolor vuelve inmisericorde a recordarme que fui un gilipollas por meterme en esto… Con la intensidad y la frecuencia que está alcanzando, no podré ni moverme para cuando haya trazado un plan medianamente decente. Una vez más hay que fiarlo todo a la intuición y a la suerte. Como si estuviese sobrado de alguna.

- Venga, sé positivo; al fin y al cabo sólo se trata de realizar unos cuantos movimientos bien hechos. Unas cuantas acciones coordinadas van a ser tu salvoconducto para salir de esto. Vas a conseguirlo. No titubees; la duda es el camino más rápido hacia la derrota. Y justamente eso es lo que no queremos que ocurra, ¿verdad? Vamos, a la de tres. Una... Dos... Tres.

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