miércoles, 6 de febrero de 2008

FdC.-Maldito

Le regalaron un osito de peluche al bebé por Navidad, y fue muy feliz entonces. Pero por la noche alguien lo colocó boca abajo y se ahogó con la almohada.

El osito fue vendido en un rastrillo, años después, y se lo compraron a una niña llamada Ana. Por la tarde, cayó por las escaleras y se partió el cuello.

Una noche un huérfano encontró el osito en la basura. Nunca nadie volvió a verle por el barrio.

Hoy, de nuevo en vísperas de Navidad, un osito descansa en un modesto escaparate mientras una pequeña lo mira deslumbrada. El día 25, esa misma niña abraza su nuevo peluche, ante la sonrisa de sus padres.

Los ojos del osito se tornan rojos por un instante, y la niña comienza a toser.

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